miércoles, 3 de marzo de 2010

LOS DEDOS DEL SOL

Hay veces que quisiera tapar el sol con un dedo
Ocultándome de la pesadez de su calor
Pero… no puedo
Los rayos me llegan por donde quiera
Que agreden y la desesperación me toma
Exaltada en el grito de mi soledad
Busco y no encuentro, con quien ocultar mi desdén por esta vida
Mi temor de enfrentarme a los tiernos brazos paternales
Esos que llenan de calor mi ser
Me niego a escuchar voces
Que pueden sangrar mi herida
Pero también la pueden aliviar
Porque la fuerza me abandona
Y mi esperanza
Todos necesitan de mí,
Pero… yo necesito de mí.







Macbeth E. Zaratustra

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